Breve comentario al segundo punto del texto El adiestramiento de la mente en siete puntos, de Geshe Chekawa.
Que conste en acta: todo lo aquí expuesto es meramente mi opinión, por lo que puede estar equivocada. Si tienes otra opinión, duda o sugerencia, házmela llegar sin ningún tipo de tapujos a través de los comentarios.
El segundo punto de El adiestramiento de la mente en siete puntos dice así:
Segundo, practica lo principal, cuyo fundamento es la iluminación:
Considera todos los fenómenos como sueños. Aunque las experiencias pueden parecer sólidas, sólo son memorias pasajeras.
Examina la naturaleza de la conciencia nonata.
Libérate incluso de los antídotos (para los obstáculos hacia la liberación)
Mantente en el estado de conciencia base, la esencia, el presente.
En la postmeditación, sé como un niño en un mundo ilusorio.
Dar y tomar deberían ser practicados alternativamente. Ambos deberían apoyarse en la respiración. Empieza por tomar de ti mismo.
Tres objetos, tres venenos, tres raíces de la virtud; los tres objetos son los amigos, los enemigos y los neutrales; los tres venenos son el anhelo, la aversión y la indiferencia; las tres raíces de la virtud son el remedio.
Ten presente estas consignas en todas tus actividades.
Este es, en mi opinión, uno de los puntos más difíciles de esclarecer en todo el texto.
Considera todos los fenómenos como sueños. Aunque las experiencias pueden parecer sólidas, sólo son memorias pasajeras.
La realidad no debe ser considerado como algo sólido, inamovible y con fundamento, sino como una creación de nuestra mente, y que por tanto mediante el adecuado cultivo mental podemos llegar a cambiar. No se trata de quitarle importancia a la realidad, sino de verla tal y como es: como algo impermanente, en constante cambio, y condicionada/creada por nuestra mente. Tal y como dice el primer verso del Dhammapada, «Todos los estados encuentran su origen en la mente. La mente es su fundamento y son creaciones de la mente».
Examina la naturaleza de la conciencia nonata.
¿Qué es la conciencia? ¿De dónde sale? ¿Quién la crea? ¿Soy yo esa conciencia? ¿Qué hay si no hay conciencia? *
Libérate incluso de los antídotos
Para cada obstáculo en nuestra meditación o en el camino hacia la iluminación, el budismo tibetano nos ofrece un antídoto. Según nos da a entender el texto, no debemos ver en los obstáculos impedimentos hacia nuestra iluminación, sino que podemos usarlos, como veremos en otros puntos, como objetos sobre los que entrenarnos. Por lo tanto, debemos liberarnos de ver los obstáculos como tales, liberándonos incluso de los antídotos contra dichos obstáculos.
Mantente en el estado de conciencia base, la esencia, el presente.
Si hay algo en lo que insistía tanto Buda como el resto de maestros e iluminados de cualquiera de las diversas tradiciones o escuelas budistas, es en la importancia de enfocar nuestra atención hacia el momento presente, olvidándonos de lo llegado y de lo que está por llegar. Buda lo explicó perfectamente en forma de poesía:
Que nadie persiga el pasado
ni viva esperando el futuro;
porque el pasado ya no es
y el futuro aun está por ser.
Lo que hay que ver cabalmente
es lo que surge en cada momento.
Sabido esto, perseverad
invencibles e imperturbables.
Hoy hay que hacer el esfuerzo,
¿Quién sabe si mañana no llega la muerte?
Con el señor de la muerte y sus grandes huestes no se pacta,
pero al que así persevera
fervoroso día y noche,
a ése el sabio pacífico
le llama el solitario feliz.
En la postmeditación, sé como un niño en un mundo ilusorio.
De nada sirve que al terminar la meditación volvamos a enfrentarnos al mundo como si nunca hubiésemos meditado. Si hacemos esto, la meditación es del todo inútil. Meditación y post-meditación deberían ser vistos como una unidad. Tanto cuando estemos sentados meditando como cuando no, debemos realizar la práctica que el Lojong nos propone, pero esto puede acarrear una dificultad: si nos tomamos la práctica demasiado enserio, nos tomaremos cualquier acto de nuestra vida de la misma manera, lo cual puede dificultarnos un tanto las cosas y ser incluso contraproductivo. Debemos considerar toda la realidad como una mera ilusión, y en vez de complicarnos la existencia, debemos considerar la realidad tal y como lo haría la mente de un niño, con curiosidad y afán de descubrir.
Dar y tomar deberían ser practicados alternativamente. Ambos deberían apoyarse en la respiración. Empieza por tomar de ti mismo.
Esta consigna se refiere a un tipo de meditación llamada Tonglen, típica del budismo tibetano, la cual se basa en visualizarnos tomando todo el sufrimiento del mundo mientras inspiramos y dando nuestro amor al mundo mientras espiramos.
Tres objetos, tres venenos, tres raíces de la virtud; los tres objetos son los amigos, los enemigos y los neutrales; los tres venenos son el anhelo, la aversión y la indiferencia; las tres raíces de la virtud son el remedio.
Hacemos distinciones entre lo bueno, lo malo y lo neutro; sentimos agrado por lo bueno, aversión por lo malo e indiferencia por lo neutro. Estas distinciones son creadas por nuestra mente y existen sólo en ella, y mientras sigamos aferrados a tales distinciones y a los sentimientos que nos provocan, seguiremos teniendo una mente «enevenada», incapaz de considerar la realidad con la imparcialidad que se merece. No avanzaremos hacia la iluminación mientras no pongamos coto a tales distinciones.
Ten presente estas consignas en todas tus actividades.
Recuerda todas las consignas del texto, y entrénate con ellas en cualquiera de tus actividades diarias y no sólo durante tus sesiones de meditación.
* Tomado del comentario de Acharya Judy Lief
—
Ver comentario del punto 1
La traducción inglesa del segundo punto, según la versión aprobada por el Nalanda Translation Committee bajo la dirección de Chögyam Trungpa Rinpoche, dice así:
Point Two: The main practice, which is training in bodhicitta.
Absolute Bodhicitta
Slogan 2. Regard all dharmas as dreams; although experiences may seem solid, they are passing memories.
Slogan 3. Examine the nature of unborn awareness.
Slogan 4. Self-liberate even the antidote.
Slogan 5. Rest in the nature of alaya, the essence, the present moment.
Slogan 6. In postmeditation, be a child of illusion.
Relative Bodhicitta
Slogan 7. Sending and taking should be practiced alternately. These two should ride the breath.
Slogan 8. Three objects, three poisons, three roots of virtue – The 3 objects are friends, enemies and neutrals. The 3 poisons are craving, aversion and indifference. The 3 roots of virtue are the remedies.
Slogan 9. In all activities, train with slogans.
Slogan 10. Begin the sequence of sending and taking with yourself.
junio 14, 2014 a las 1:39 am
«Por lo tanto, debemos liberarnos de ver los obstáculos como tales» – Se habla de serias diferencias entre las creencias orientales y de occidente, vivir el presente lo entiendo, pero no tener presente el pasado ni esperar el futuro, va contra todo lo que hemos sido formados, el capitalismo tiene como base el control del conocimiento (memoria) y la prevención (ahorro, por ej.) resulta difícil, tal vez sea el enfoque y liberar la práctica de la respiración de misticismo, encontré en una vieja enciclopedia británica esta misma práctica como manera de control de la mente, pero desde el punto de vista fisiológico, bueno, dirás, si piensas asi qué haces en este blog, pues te contesto ya que me diste la libertad de hablar sin tapujos, que estoy aquí por curiosidad pero no por convencimiento, porque creo que la vida debería ser más simple y sencilla y luego todo el mundo da reglas, secuencias, no lo sé termino entonces, sin creer, sin entender, tal como «ése (que)el sabio pacífico
le llama el solitario feliz», jajaj. Bueno, pediste hablar sin tapujos…y eso hice… bendiciones, a todo esto supera tus buenas intenciones de que todos podamos ser felices y es lo que importa… lo que dicta el corazón… saludos….
junio 14, 2014 a las 8:33 am
Hola María,
No se trata de no tener pasado ni esperar futuro como comentas, sino de ver pasado y futuro como lo que son. En el post pone «enfocar nuestra atención al presente» y nada de olvidar.
El pasado ya no existe, pues ya se ha ido, y solo existe como memoria. No es que haya que olvidarlo, sino que simplemente hay que considerarlo como lo que es.
El futuro todavía no hay llegado, y cualquier hipótesis que planteemos acerca de él es sólo eso, una hipótesis.
No hay nada que podamos hacer para cambiar nuestro pasado ni para controlar nuestro futuro, por lo que hay que centrarse en el presente. Por supuesto que no por eso haya que abandonarse por completo, pues si no existe futuro, ¿qué me importa a mí lo que haga o deje de hacer ahora, sino va a haber futuro en el que haya consecuencias? Claro que hay futuro, pero nuestro grado de control y predicción sobre el mismo es tan pequeño, que prácticamente podemos decir que no podemos ni controlarlo ni predecirlo en absoluto.
La cuestión está en ese verbo, «centrarse». Es decir, no hay que dejar de tener pasado ni futuro, sino simplemente centrarse en el presente. No sé si me explico.
Respecto a lo de las reglas: estas consignas van indicadas a aquellos que quieran practicar este tipo de meditación, nada más. Además, en el budismo no hay reglas absolutas que vengan impuestas por nadie, sino que toda enseñanza debe ser primero valorada y sometida a la razón del que aprende. No hay que aceptar por válido nada más que aquello que nuestra razón nos permita.
Un abrazo y gracias por comentar 🙂
junio 14, 2014 a las 12:08 pm
«Además, en el budismo no hay reglas absolutas que vengan impuestas por nadie, sino que toda enseñanza debe ser primero valorada y sometida a la razón del que aprende. No hay que aceptar por válido nada más que aquello que nuestra razón nos permita» —–Cierto. Por eso advertí que me trae acá la curiosidad, la de encontrar lo valedero de otras culturas que incorporan normas sanas de comportamiento, pero que como dices, se deben ir adaptando según nuestro convencimiento, sin embargo, esto de no tener pasado ni futuro, y enfocarse en el solo presente, puede ser interpretado como lo que has dicho, como la irresponsabilidad del futuro, creo que vale la aclaración, es todo, pues el futuro lo construimos en ese presente que parece que la juventud trata de desvincular de todo, vivir el presente se convierte para ciertos en un peligroso experimento, pero insisto, valen tus buenas intenciones de darnos paz y felicidad.