El Buda Curioso

La espada de Manjusri

Cuenta la leyenda que Udrak, un maestro no budista, practicaba la meditación de la calma mental desde hacía mucho tiempo. Tanto, que su cabellera llegó a crecer extraordinariamente. Una vez, mientras estaba totalmente absorto en una de sus meditaciones, parte de su cabellera fue devorada por unas ratas.
A pesar de su increíble dominio de la meditación de la calma mental, en cuanto salió de su trance meditativo y vio lo que las ratas habían hecho, montó terriblemente en cólera y todas su emociones aflictivas se manifestaron de nuevo, como si nunca hubiese meditado.
Y es que, tal y como indica 道 en el artículo que reblogueo, si limitamos nuestra meditación a la concentración, sin reflexión ni auto-observación, la liberación parece funcionar “sólo mientras estás sentado… Luego todo se evapora como el humo… Vuelves a enfrentarte con el Samsara y vuelves a enrredarte…”.