Acabo de volver de un retiro de meditaci\u00f3n\u00a0de unos d\u00edas en Muttodaya, un monasterio budista Theravada de la Tradici\u00f3n Tailandesa del Bosque que hay en Alemania, y quer\u00eda contar aqu\u00ed mi breve experiencia para el que le pueda interesar.<\/p>\n
El monasterio es bastante peque\u00f1o, tanto de extensi\u00f3n como de personal: s\u00f3lo cuatro monjes y tres invitados laicos que duermen all\u00ed, m\u00e1s otro par de invitados que suele haber por norma general y que vienen a pasar el d\u00eda y colaborar un poco.<\/p>\n
Los monjes son todos alemanes y han sido ordenados en Tailandia. Entre ellos hay dos Ajahnes, esto es, que llevan m\u00e1s de diez a\u00f1os de monacato. Cabe destacar el abad, Ajahn Cattamalo,\u00a0que se orden\u00f3 en 1988 con tan s\u00f3lo 22 a\u00f1os.<\/p>\n
La vida en el monasterio, en cuanto a los horarios, es b\u00e1sicamente como se describe en el libro de invitados:<\/p>\n
A eso de las 6:30h nos levant\u00e1bamos para preparar el desayuno. A las 7 ven\u00edan los monjes, cog\u00edan lo que quer\u00edan y en apenas un minuto hab\u00edan vuelto a desaparecer. Luego de recoger y limpiar la cocina hab\u00eda un par de horas en las que realizar el trabajo que cada uno, monjes incluidos,\u00a0ten\u00eda asignada, generalmente de limpieza.<\/p>\n
A eso de las 10:00h empez\u00e1bamos a preparar la comida, la cual era ofrecida a las 11:00h, y tras ofrecerla y que los monjes volviesen a desaparecer con lo que hubiesen cogido, el resto de laicos que all\u00ed estuviese pod\u00eda comer. Era la \u00faltima comida del d\u00eda, por lo que m\u00e1s val\u00eda quedarse suficientemente satisfecho.<\/p>\n
El tema de la comida era algo curioso: uno\u00a0de los laicos ten\u00eda que ir\u00a0levantando cada bandeja o plato en se\u00f1al de ofrecimiento, y uno de los monjes tocaba dicha bandeja o plato una vez en el aire en se\u00f1al de aceptaci\u00f3n. S\u00f3lo despu\u00e9s de esto pod\u00edan comer. Aquella fruta que tuviese semillas deb\u00eda ser \u00absacrificada\u00bb para que se la pudiesen comer, y esto se hac\u00eda clavando la punta de un cuchillo sobre alguna pieza de fruta.<\/p>\n
No pod\u00edan pedir ni coger de la cocina o de cualquier otro lugar nada que los laicos no hubi\u00e9semos puesto sobre la mesa. Como m\u00e1ximo, alg\u00fan monje entraba a revisar de vez en cuando los armarios en busca de productos que estuviesen a punto de caducar, pero jam\u00e1s pod\u00edan\u00a0llegar a\u00a0cogerlos por s\u00ed mismos, sino que cualquier laico ten\u00eda que ir a d\u00e1rselos. En esto eran bastante estrictos. De hecho, una tarde lleg\u00f3 un monje a mi habitaci\u00f3n a pedirme que si por favor pod\u00eda bajar con \u00e9l a la cocina a darle un poco de chocolate o miel, que son los \u00fanicos productos que pueden comer el resto del d\u00eda en caso de que verdaderamente necesiten comer algo, para no desfallecer. Esta regla con la comida era de aplicaci\u00f3n tanto para monjes como para los laicos que estuviesen de retiro.<\/p>\n
En cuanto a la comida en s\u00ed, hab\u00eda de todo y en bastante cantidad. La verdad es que no parecen tener problema con las donaciones de\u00a0alimentos. Los fines de semana hay incluso laicos de los pueblos de alrededor que vienen no solo a donar comida sino a cocinarla, preparando verdaderos banquetes.<\/p>\n
Tras recoger y limpiar comedor y cocina,\u00a0el resto del d\u00eda era de uso completamente libre: pod\u00edas meditar en tu cuarto o en la sala del Dhamma, leer en la biblioteca, dar un paseo por el bosque que rodeaba el monasterio o lo que se te ocurriese.. Respecto a la biblioteca, me sorprendi\u00f3 agradablemente encontrar que no s\u00f3lo hab\u00eda libros de la tradici\u00f3n Theravada, sino que tambi\u00e9n contaban con bastantes\u00a0de otras tradiciones budistas, e incluso sobre otras religiones.<\/p>\n\n\t\t