Usted es su propio maestro. Estar buscando maestros no puede resolver sus propias dudas. Investíguese a sí mismo para encontrar la verdad – adentro, no afuera. Lo más importante es conocerse a sí mismo.

Ajahn Chah Subhatto (Chao Khun Bodhinyanathera) (Thai:ชา สุภัทโท ) (17 de junio de 1918 – 16 enero de 1992) fue uno de los grandes maestros de meditación del siglo XX, con mucha influencia en el budismo Theravāda y la tradición tailandesa del bosque.
A continuación recojo una breve selección sus reflexiones.
 
Sobre la vida y la muerte:
Nuestro nacimiento y muerte son una sola cosa. No se puede tener uno sin el otro. Resulta curioso observar cómo, frente a la muerte, las personas están tan llorosas y tristes y frente al nacimiento tan felices y alegres. Es una falsa ilusión. Creo que si usted realmente quiere llorar, sería mejor hacerlo cuando alguien nace. Llore al principio, debido a que si no hubiese nacimiento no habría muerte. ¿Puede entender esto?

¿Por qué nacemos? Nacemos para no tener que nacer otra vez.
Cuando uno no comprende la muerte, la vida puede ser muy confusa.
 
Sobre el Dhamma (la enseñanza del Buda; la verdad última);
Si el cuerpo pudiese hablar, estaría diciéndonos todo el día; «Tú no eres mi dueño ¿sabes?». En realidad nos lo está diciendo todo el tiempo, pero en el idioma del Dhamma, de modo que no estamos capacitados para comprenderlo.
¿Qué es el Dhamma? No hay nada que no lo sea.
¿Cómo enseña el Dhamma el modo adecuado de vivir? Nos muestra cómo vivir. Tiene muchas maneras de mostrarlo —en las piedras, en los árboles o solamente frente a usted. Es una enseñanza, pero no con palabras. Por lo tanto, serene la mente, el corazón, y aprenda a observar. Encontrará al Dhamma revelándose en su totalidad aquí y ahora. ¿En qué otro momento y lugar va a buscarlo?
 
Sobre la Impermanencia:
Las condiciones existen a partir de los cambios. Usted no puede impedirlo. Sólo piense: ¿podría usted exhalar sin inhalar? ¿Eso haría que se sienta bien? ¿O sólo puede inhalar? Queremos que las cosas sean permanentes, pero eso no puede ser. Es imposible.
¿Qué es lo que podemos dar por cierto? Nada. No hay nada mas que sensaciones. Surge el sufrimiento, se queda, y luego se va. Entonces la felicidad reemplaza al sufrimiento –sólo eso. Fuera de ello no hay nada. Sin embargo, somos personas perdidas corriendo y aferrándonos a las sensaciones continuamente. Las sensaciones no son reales, sólo los cambios.
 
Sobre la meditación:
No piense que sólo sentándose con los ojos cerrados usted practica. Si piensa de esta manera, entonces cambie rápidamente su forma de pensar. La práctica sostenida consiste en mantener la atención plena en cada postura, ya sea sentado, caminando, parado o acostado. Cuando deja de estar sentado, no piense que está saliendo de la meditación, sino que sólo está cambiando de postura. Si piensa así, tendrá paz. Dondequiera que se encuentre, tendrá esa disposición de práctica constantemente. Conservará una continua atención plena dentro de usted mismo.
Por supuesto que hay docenas de técnicas de meditación, pero todas ellas se resumen únicamente en esto: dejar que todo sea. Colóquese aquí a un lado, donde hay calma, fuera de la batalla. ¿Por qué no prueba?
 
Sobre el no-yo:
Una vez que usted entiende el no-ser, el agobio de la carga de la vida se va. Estará en paz con el mundo. Cuando vemos más allá del «yo» no nos aferramos más a la felicidad, y por eso podemos ser verdaderamente felices. Aprender a dejar ir sin luchar, sencillamente dejando ir, ser precisamente como es usted – sin aferrarse, sin apegarse, libre.
No sea un Bodhisatta (alguien que aspira a la iluminación); no sea un Arahant (alguien ya iluminado); no sea nada de nada. Si es un Bodhisatta, sufrirá. Si es un Arahant, sufrirá. Si usted «es»cualquier cosa, sufrirá
Una vez, un visitante le preguntó a Ajahn Chah si él era un Arahant. Él dijo: «Yo soy como un árbol en el bosque. Los pájaros vienen al árbol, se posan en sus ramas y comen de su fruto. Para los pájaros, el árbol puede ser dulce o amargo, o lo que sea. Los pájaros dicen dulce o amargo, pero desde el punto de vista del árbol, eso es sólo el parloteo de los pájaros».
 
Invitación a la práctica:
Todo lo que he dicho hasta ahora han sido meras palabras. Cuando la gente viene a verme tengo que decir algo. Pero lo mejor es no hablar demasiado sobre estas cosas. Es mejor comenzar con la práctica sin demora. Soy como un buen amigo, invitándolo a ir a alguna parte. No dude, sólo comience. No se arrepentirá.

– Ajahn Chah, No Ajahn Chah

Reflexiones sacadas del libro No Ajahn Chah.

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@ElBudaCurioso